Tu sistema nervioso te lo agradecerá
El uso de la farmacología siempre ha sido de gran apoyo para tratar los dolores crónicos que pueden llegar a ser incapacitantes, pero con este tratamiento la calidad de vida de quienes lo padecen puede mejorar.
La Asociación Internacional para el Estudio del Dolor, en el 2020 modificó su concepto sobre el dolor crónico, describiéndolo ahora como “una experiencia sensorial y emocional desagradable asociada o similar a la asociada con daño tisular real o potencial”.
La fibromialgia o la mayoría de los dolores de espalda cuya única sintomatología es la sensación que produce, “aunque no exista lesión objetiva se valida el dolor como algo real”, pues así lo afirman especialistas en el área de la reumatología quienes día a día ven con frecuencia en sus consultas este tipo de “patologías”.
¿Cómo abordar y tratar los dolores crónicos?
Pese a que no hay manera de medir el dolor objetivamente, sino solo saber a través de las personas que lo padecen cómo se sienten; los especialistas además de realizar sus chequeos y preguntas de rutina, una vez encontrado el “diagnóstico aparente” de la posible causa que pueden ser muchas, le indicará una serie de recomendaciones y tratamientos farmacológicos, sin embargo la pregunta importante es: ¿y si la farmacología ayuda solo por cierto tiempo?
Existen tratamientos sin medicamentos como los ejercicios, las terapias y estimulaciones a nivel espinal y cerebral.
Neuroestimulación espinal
Cuando el uso de los medicamentos pierde su efectividad, terapias como la neuroestimulación espinal se hacen presentes, ahora bien, ¿en qué consiste?
La neuroestimulación espinal, es un procedimiento “delicado” y ambulatorio que consiste en la implantación de electrodos que emiten impulsos eléctricos a nivel espinal y consiguen modificar la percepción que tiene el paciente del dolor, no lo eliminan pero si hace que se sienta de manera diferente.
Cuando la farmacología no ha funcionado, se recurre a esta terapia como una opción final.
Su aplicación es a selección
De acuerdo a los especialistas en el área, el éxito de esta terapia radica en una buena selección del paciente y para ello es importante contar con el apoyo e intervención de un equipo multidisciplinario en el que la figura del psicólogo debe formar parte.
«En el dolor crónico influyen muchas dimensiones: la afectación física que tiene la persona, pero también la afectación emocional, personal… Saber qué puede y qué no puede hacer por culpa del dolor nos ayudará a valorar mejor si es un candidato apto para este tratamiento».
Esta terapia de neuroestimulación no está indicada para todos aquellos pacientes con dolor crónico, y no porque hayan efectos secundarios o sea una técnica complicada, sino porque son tratamientos costosos y es prudente asegurarse de que la persona realmente se beneficiará de ella.
Igualmente es importante comprender que el dolor crónico no se cura pero puede tratarse y los implantes el paciente puede llevarlos de por vida.
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Fuente: SaberVivirTv
